Camille Logan está decidida a ser más que la heredera mimada y la niña de papá que todos ven. Después de luchar duro para ser independiente y feliz, encuentra su vida amenazada como resultado de uno de los tratos comerciales de su padre. Camille no está preparada para la duración de su padre para protegerla, o para el hombre que contrata para hacer el trabajo. Jake Sharp reside en su propio infierno personal. Aceptar el trabajo de guardaespaldas para Camille no es el tipo de distracción de sus demonios que debería tomar. Pronto descubre que ella no es la mujer que se percibe que es. Ella es cálida y compasiva y pronto su deber es más profundo que un trabajo bien pagado. Él necesita la absolución. Viene a necesitar a Camille. Pero él sabe que no puede tener ambos.